“DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS Y PROGRAMA MÍNIMO DE GOBIERNO” SUSCRITOS POR LOS CANDIDATOS PRESIDENCIALES DE 1958
Clausurada como ha sido la campaña electoral y con el
propósito de reafirmar el clima unitario que ha prevalecido en Venezuela desde
la Jornada cívicomilitar del 23 de enero, de asegurar la convivencia
interpartidista y la concordia del pueblo venezolano y para disipar
cualesquiera diferencias que hubieran podido surgir entre las organizaciones
políticas en el curso del debate cívico que acaba de concluir, condiciones
todas indispensables a la estabilidad de las instituciones democráticas del
próximo gobierno constitucional, los candidatos a la Presidencia de la
República, tomando en cuenta el contenido y el espíritu del pacto de Unidad suscrito
por Acción Democrática, COPEI y Unión Republicana Democrática el 31 de octubre
pasado, formulamos la siguiente Declaración de Principios:
1º Respeto absoluto al resultado de las votaciones y defensa
del régimen constitucional.
El candidato que resulte electo por la voluntad popular
gozará del respaldo de los otros candidatos y de los partidos que suscriben
aquel pacto, comprometiéndose todos a actuar en defensa de las autoridades
legítimamente constituidas y de las instituciones democráticas en el caso de
que se produjera una acción que pretenda vulnerar y desconocer la decisión
soberana del pueblo.
2º Con objeto de darle efectiva vigencia a la unidad popular
y obtener de ella sus máximos frutos, el Presidente constitucional organizará
un gobierno de unidad nacional, sin hegemonías partidistas en el cual estarán
representadas las corrientes políticas nacionales y los sectores independientes
del país.
3º El próximo gobierno constitucional realizará una
administración inspirada en el programa mínimo de gobierno que en esta fecha
aprueban y suscriben los tres candidatos presidenciales.
4º Preocupación fundamental del Presidente de la República,
de su gobierno y de las organizaciones políticas signatarias del documento
antes mencionado, será el mantenimiento y consolidación de la tregua política y
la convivencia unitaria de las organizaciones democráticas como las mejores y
más sólidas garantías del afianzamiento y permanencia de las instituciones
republicanas. A tales efectos tanto el gobierno como los partidos adoptarán las
providencias que estimen necesarias al cumplimiento de tan importantes
finalidades.
5º Al suscribir la presente declaración de principios, no
anima nuestro espíritu ningún otro propósito que el de llevar a la conciencia
de los venezolanos la convicción de que al terminar este proceso electoral,
ejemplar en nuestra historia democrática, es indispensable el concurso generoso
y responsable de todos sus hijos para realizar con sentido de permanencia la
obra de recuperación democrática, cultural, espiritual y económica que reclama
Venezuela.
Caracas, 6 de diciembre de 1958
Rómulo Betancourt, Rafael Caldera, Wolfgang Larrazábal
ACCIÓN POLÍTICA Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Elaboración
de una constitución democrática que reafirme los principios del régimen
representativo e incluya una Carta de Derechos Económicos y Sociales de los
ciudadanos. Defensa del orden constitucional y enérgicas medidas contra las
actividades antidemocráticas. Reforma de leyes, reglamentos y ordenanzas para erradicar disposiciones
contrarias al ejercicio efectivo de las libertades públicas. Autonomía y
fortalecimiento de los poderes legislativo y judicial y del poder municipal.
REGULARIZACIÓN DE LAS RELACIONES ENTRE LA IGLESIA Y EL ESTADO.
Reforma
administrativa con el objeto de hacer más eficaz y menos oneroso el
funcionamiento de los servicios públicos. Garantías para la estabilidad del empleado
público. Continuidad de la obra administrativa. Lucha implacable, apoyada en
una severa legislación, contra el peculado, el tráfico de influencias y todo
género de enriquecimiento ilícito.
POLÍTICA ECONÓMICA
Las
características de la estructura económica y fiscal de Venezuela asignan al
Estado un papel preponderante en el fomento de la riqueza nacional. El Estado
reconoce la función primordial que cumple la iniciativa privada como factor de
progreso y la colaboración en este mismo sentido de las inversiones extranjeras;
por consiguiente, las estimulará y protegerá dentro de los límites establecidos
por el interés público y social y el ejercicio cabal de la soberanía nacional.
Elaboración
de un Plan integral de desarrollo económico de largo alcance que contemple
todos los aspectos de la producción industrial y agropecuaria y sus conexiones
con otros factores de progreso como vialidad, educación, sanidad, etc. Tratamiento
dentro del país de un volumen apreciable de materias primas minerales, en
particular del petróleo y del hierro. Utilización de la Corporación Venezolana
de Fomento, el Banco Industrial y el Banco Agrícola y Pecuario, como los
motores del adelanto económico del país.
Reorganización,
ampliación y defensa de industrias estatales como la Petroquímica y la
Siderúrgica.
Reforma
y modernización del sistema tributario. Reforma Agraria concebida como uno de
los instrumentos fundamentales de la transformación económica del país. Además
de dotar de tierras al campesino y
de recursos para trabajarlas, la Reforma Agraria debe enfocar el problema rural
en todos sus aspectos; económicos, sociales, técnicos, culturales etc. y orientarse
especialmente hacia el aumento y la diversificación de la producción agrícola y
pecuaria. La reorganización del régimen de la propiedad de la tierra, que
implica la reforma agraria, garantizará y estimulará la propiedad privada que
cumpla su función
económica y social.
POLÍTICA PETROLERA Y MINERA
Política
petrolera en virtud de la cual la Nación, en ejercicio de su soberanía, como
propietaria que es del subsuelo y teniendo en cuenta que todo lo relacionado
con la industria del petróleo ha sido declarado de utilidad pública, revisará
las relaciones entre el Estado y las empresas con el objeto de tener la más justa
participación en los beneficios de éstas y ejercer un mayor y más efectivo control
sobre las actividades de la industria.
Se
realizarán los estudios necesarios para la creación de una Empresa Nacional de
Petróleos, de una flota petrolera y de los demás organismos que se estimen necesarios
para que Venezuela comience a trabajar directamente su petróleo. Revisión de la
política del hierro a fin de que responda a la situación real de
la industria y al derecho de la Nación venezolana de recibir una razonable porción
de las utilidades derivadas de la explotación de sus riquezas naturales.
PAZ SOCIAL Y LABORAL
Defensa
y valorización del capital humano mediante la aplicación de una política
demográfica encaminada al aumento de la población, a su mejor distribución, a
velar por su salud física, mental y moral y por su desarrollo cultural. Protección
a la madre y al niño. Acción de gran envergadura y de dimensiones nacionales
para la defensa de la infancia desvalida, reforzada por una legislación eficiente.
Política de vivienda destinada a satisfacer las necesidades de la población urbana
y rural, a cuyos fines se trazará un plan nacional de gran aliento. Campaña
contra el rancho, desarrollada en forma realista, tomando en consideración sus
raíces económicas y sociales. Reconocimiento de que el trabajo es elemento
fundamental del progreso económico y del engrandecimiento del país. Defensa del
trabajador y adecuada protección a la libertad sindical y a los organismos
sindicales.
Lucha
contra el desempleo en escala nacional.
Reforma
de la Ley del Trabajo para una regulación más eficaz y moderna de las
relaciones obrero-patronales, incorporar y asegurar reivindicaciones justas y
en general hacer de ella un instrumento cada vez más efectivo de justicia social
y de armonía entre el capital y el trabajo. Estudios para la implantación del
salario familiar. Reorganización del Instituto de Seguros Sociales y
establecimiento de un sistema integral de seguridad social.
POLÍTICA EDUCACIONAL
Fomento
de la educación popular en todos sus aspectos, desde el preescolar y la
primaria hasta la Universidad. Revisión a fondo del sistema educacional en sus
distintas ramas a fin de adaptarlo a las necesidades reales del desarrollo
económico y cultural del país. Campaña para erradicar totalmente el
analfabetismo del territorio nacional. Intervención del Estado en la Educación
sin detrimento del principio de la libertad de enseñanza. Protección y
dignificación del magisterio. Medidas para incrementar al máximo la formación
de maestros. Defensa de los valores históricos y artísticos nacionales y del
patrimonio espiritual de Venezuela.
FUERZAS ARMADAS
Perfeccionamiento
técnico y modernización de las distintas armas que integran la Institución
Armada. Las
Fuerzas Armadas son un cuerpo apolítico, obediente y no deliberante y para
reafirmar los principios en que se fundan se intensificará la educación
institucionalista de todos sus cuadros. Reconocimiento de los méritos y
servicios de los hombres que integran la Institución Armada y de su importante
colaboración en el mantenimiento de la paz pública y como garantía del progreso
nacional. Mejoramiento progresivo de las condiciones de vida de oficiales,
clases y soldados. Cumplimiento del Servicio Militar Obligatorio para todos los
venezolanos aptos, sin distinción de clases sociales y conforme a las
disposiciones de la Ley.
POLÍTICA INMIGRATORIA
Reorientación
de nuestra política de inmigración para que el trabajador inmigrante contribuya
realmente al progreso del país. Defensa del inmigrante útil que es acreedor a
la misma protección y debe gozar de los mismos derechos económicos y sociales
que el trabajador venezolano.
POLÍTICA INTERNACIONAL
Reafirmación
de los principios que informan nuestra política tradicional de paz y
cooperación con todas las naciones y en particular con las Repúblicas de América
Latina. Repudio a toda medida atentatoria contra la autodeterminación de los
pueblos. Ratificación de la adhesión de Venezuela a las Naciones Unidas y a la
Organización de Estados Americanos y de su inquebrantable posición doctrinaria
e histórica en el sentido de que todos los problemas internacionales deben ser
resueltos por vías pacíficas a través de las organizaciones internacionales
competentes. Respeto a los compromisos internacionales adquiridos por la
Nación. Establecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales con todos los países
de acuerdo con las superiores exigencias del interés nacional. Fomento de la
política de intercambio comercial. Celebración de convenios
bilaterales
con otras naciones utilizando el petróleo y otros minerales y productos agropecuarios,
cuando sea posible y aconsejable, como instrumento de trueque.
Caracas,
diciembre 6 de 1958
Rómulo Betancourt.
Rafael Caldera.
Wolfgang Larrazabal.
Fuente:
Consejo Municipal del Distrito Federal:
Pacto suscrito el 31 de octubre de 1958 y Declaración
Principios y Programa Mínimo de los candidatos a la
Presidencia de la República en la elección del día 7
de diciembre de 1958,
pp. 15-20.
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