Por: Ramón Alonso Dugarte
Universidad Politécnica Territorial del Estado Mérida
"Kléber Ramírez".
“La
Crisis económica actual
está aumentando la relevancia
de
la geografía aún más, debilitando
los órdenes sociales y
convirtiendo
las barreras naturales del
planeta
en la única frontera”.
Cuando muchos pensaban que el proceso de Globalización
apuntaba a la conformación inminente de la Aldea Global, en
la cual los Estados-nación iban en franco detrimento, donde el
espacio territorial quedaban reducido a los designios exclusivos del
mercado, los hechos nos muestran que ahora más que nunca el espacio
territorial, por ende la geografía, determinará al Sistema
Internacional, y para los que creyeron que ésta (la geografía) en algún
momento dejó de determinarlo pues regresa para tomar venganza. Esa
es, a grandes rasgos, una de las ideas que destacamos del muy buen
artículo de Robert Kaplan (2009), “La Venganza de la
geografía”, un artículo aparecido en el número 93 de la revista
Foreing Policy Edición Española, y
que es un abre boca de su libro homónimo.
Kaplan parte por
afirmar que el determinismo geográfico impone su ley ahora más que
nunca, por ello aconseja volver al estudio de los realista, nos dice
que debemos empezar por revisar nuevamente a Thomas Hobbes,
y no olvidar los dos grandes paradigmas por excelencia en la teoría de
las Relaciones Internacionales, que es el idealismo y el realismo. Por ésta último podemos entender en primer lugar: “que
las relaciones internacionales se rigen por unas reglas más
lamentables, más limitadas que las que gobiernan la política
nacional” (2009:73) Entre
ellas la reglas o determinaciones que da la geografía.
A pesar de ello, nos parece bastante delicado hablar en
la actualidad de determinaciones exclusivas, algunos podrían decir
que no tiene ninguna validez, Edgar Morin nos hablaba de realidades
complejas (Pensamiento Complejo), mundo complejo, en el cual
son muchas las variables que determinan a un fenómeno. Ello nos
recuerda tiempo atrás cuando combinar en una misma frase Modo de
Producción y determinación exclusiva era, si se quiere,
“normal” dentro de ciertos círculos, nos rememora precisamente
a los debates del marxismo ortodoxo (en ocasiones de corriente
estalinista), al que ya había alertado Federico Engels cuando
escribió en una carta a J Bloch:
... según la concepción materialista de la historia
el factor que en última instancia determina la historia es la
producción y reproducción de la vida real. Ni Marx ni yo hemos
afirmado nunca más que esto. Si alguien lo tergiversa diciendo que
el factor económico es el único determinante, convertirá aquella
tesis en una frase vacua, absurda. (En: Peña, 2000:39).
En síntesis, hablar de determinaciones exclusivas nos
parece errado: no hay determinaciones exclusivas. Pero ello no niega,
y queremos hacer énfasis, que producto de la dinámica histórica,
política y económica los argumentos de Kaplan tengan muchas validez
con lo determinante que está llegando a ser la geografía.
Para ello nos invita no
sólo a revisar a Hobbes en lo concerniente del realismo sino los
aportes del francés Fernand Braudel, Alfred Thayer Mahan, Nicholas
Spykman y Halford J. Mackinder.
A medida que el proceso de
Globalización “avanzó” con su denominada modernización, y con
la internacionalización del capital,
hubo modificaciones en el tiempo y el espacio, su impacto en los
límites y fronteras políticas de los Estados es innegable, se
cuestionó un concepto como el de soberanía,
el mundo como lo conocíamos había dado un cambio. De allí que
muchos plantearon la posible desaparición del Estado-nación en un
futuro próximo. Sin embargo, y es allí el planteamiento de Kaplan,
todos esos cambios lo que hicieron fue reforzar las fronteras
geográficas, y en sí la geografía en general.
Esto tiene mayor
relieve en Rusia (el país con la mayor extensión), Europa del Este
y Asia Central que es, según Mackinder, el núcleo en torno al cual
gira el destino del Mundo”. Nos dice Kaplan que esto ha configurado
y borrado las antiguas zonas pivotes y las marginales y en un tiempo
muy breve, todas las tranformaciones de Oriente Medio, Asia Central y
los océanos Índico y Pacífico conformaran en un vasto continuum,
“en el que el vulnerable
estrecho de Malaca será la brecha de Fulda del
siglo XXI”.
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