Relaciones
Internacionales como disciplina científica actualmente está adscrita en los
programas de estudio de las Ciencias Políticas o de la Sociología. Pero, ¿A cuál de estos programas debería estar adscrita y por qué o por el contrario
estamos ante una disciplina científica autónoma?
Sin
lugar a dudas, intentar conseguir una respuesta a tal interrogante dista un
poco de ser sencillo, especialmente porque desde sus inicios, 1919
aproximadamente, se va consolidando el estudio de las Relaciones
Internacionales en Europa como parte de la sociología y en los Estados Unidos
de América como parte de las Ciencias Políticas[i].
Sin embargo, es un debate que alcanza en nuestros días alrededor de un siglo y
al pretender emitir una opinión se deben tomar en cuenta diversos aspectos para
así poder determinar si debe ser parte de la sociología, de las ciencias
políticas o ser una disciplina científica autónoma.
Entre ellos, se debe contextualizar el espacio geográfico desde donde se emiten las diversas opiniones, porque muy probablemente un manual de Relaciones Internacionales de los EE.UU no dará un idéntico enfoque que uno escrito en Europa; la vertiente estadounidense abogará mayormente desde una perspectiva dentro de las ciencias políticas y la vertiente europea (occidental, cabría aclarar) se enmarcará, por lo menos en sus inicios, dentro de la sociología. Es pertinente tomar en cuenta que ambas ciencias sociales (la sociología y las ciencias políticas) para el momento de su consolidación[ii] atravesaron casi el mismo debate, el cual en nuestros días no está del todo agotado, y fue al respecto de su denominación[iii], la definición del objeto de estudio y la puntualización de su método. Sobre todo la sociología y las Relaciones Internacionales fueron acusadas, al no tener en sus inicios el objeto de estudio totalmente definido, de estar estudiando ámbitos que ya estudiaban otras disciplinas científicas[iv].
Los adscribieron las Relaciones Internacionales a las ciencias políticas, como Marcel Prélot (francés por cierto), alentaban para que tuvieran autonomía pero dentro de ella, que fuera una ciencia política dentro de las ciencias políticas. Por otra parte, desde la sociología se argumentaba que si el principal objeto de estudio de las Relaciones Internacionales era la Sociedad Internacional entonces era parte de la sociología siendo en todo caso una Sociología Internacional[v].
Sin embargo, todo pasa por cómo se define el objeto de estudio de cada ciencia, algo lógico al tratarse de una ciencia social, y si se acepta que el objeto de estudio de las ciencias políticas es las relaciones de poder dentro de un Estado, y la sociología se enfoca en las relaciones sociales que se presentan dentro de tal o cual Estado, es cuando cobra lógica los planteamientos de Stanley S. Hoffmann y Celestino del Arenal; para ambos la dinámica internacional “justifica un tratamiento separado” de lo nacional. Hoffmann lo plantea con relación a la diferencia del objeto estudiado por las ciencias políticas (al interior del Estado) y las Relaciones Internacionales (fuera de los límites del Estado), y Celestino del Arenal con relación a la sociología[vi].
Ahora bien, a pesar de los argumentos en pro de la autonomía de la disciplina de Relaciones Internacionales, ello no indica que se debe excluir de los programas de estudios de las ciencias políticas y la sociología, pues, abocados a favor de la interdiciplinaridad y la trasdiciplinaridad de las ciencias sociales, sería inútil que hayan un grupo de intelectuales que encerrados en una habitación no tenga contacto sino entre ellos y mucho peor que lleguen a entenderse exclusivamente entre ellos mismo. Además, por el perfil en nuestros días del politólogo y el sociólogo en donde se entiende que el ámbito “nacional” e “internacional” se retroalimenta mutuamente, es necesario que se siga incluyendo dentro de los programas de estudios de las ciencias políticas y la sociología, algo que ha sido entendido muy bien por las diferentes universidades del mundo, en las cuales a pesar de existir una carrera de Estudios Internacionales siguen manteniendo en sus pensam un lugar privilegiado para las Relaciones Internacionales.
Por: Ramón Alonso Dugarte.
[i] Antonio Truyol.
La teoría de las Relaciones
Internacionales como sociología (introducción al estudio de las Relaciones
Internacionales). Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1973, pp. 21-22.
[ii] Debemos
recordar que los estudios de muchas ciencias sociales, como por ejemplo la
sociología y las ciencias políticas, son anteriores a sus denominaciones. Esto
quiere decir, que si bien la consolidación como ciencia puede datar de los
siglos XIX y XX sus estudios los podemos encontrar desde hace muchos años
atrás, lo mismo ocurre con las Relaciones Internacionales.
[iii] Es decir el
nombre que iba a tomar la ciencia, recordemos que no es lo mismo decir: ciencia
política/ciencias políticas o relaciones internacionales/relaciones
interestatales, para colocar par de ejemplo.
[iv] Antonio Truyol.
Op. Cit., p. 32.
[v] Sociedad
Internacional en el sentido donde confluyan verdaderamente los intereses de
todos los seres humanos, independientemente de a cuál Estado o nación
pertenecen.
[vi] Véase: Stanley
S. Hoffmann. Teorías contemporáneas
sobre las Relaciones Internacionales. Madrid, Editorial Tecnos S. A., 1963,
pp. 20-22; Celestino del Arenal. Introducción
a las Relaciones Internacionales. Madrid, Editorial Tecnos S. A., 1994, p.
18.
Total hoy día casi ninguna disciplina se puede mofar de ser "autónoma".
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